domingo, 6 de marzo de 2016

Las mujeres de Casa Puyo

Cuando era pequeño, íbamos a comer allí casi todos los domingos. Ya entonces me llamaban la atención aquellas tres mujeres, trabajadoras incansables, que llevaban con brío, alegría y sentido del humor el negocio. Una de ellas ya no está: ahora es su hija la que se ocupa de los fogones con idéntica maestría. Almodóvar tiene a las mujeres manchegas, tan determinantes en su obra, y nosotros tenemos a las asturianas, que son igual de fabulosas y con una manera de encarar la vida muy similar. Se podría escribir una novela con estas mujeres. Las mujeres de Casa Puyo. Las personas que ya conocéis el sitio, sabéis de lo que hablo. Las otras, no dejéis de ir. Es una de esos lugares que hay que conocer y disfrutar. Gracias, queridas, por vuestra generosidad y hospitalidad.

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