jueves, 17 de diciembre de 2015

Empieza el espectáculo

Me cansa tanto todo lo relacionado con las elecciones que tengo unas ganas tremendas de que llegue el periplo navideño, aunque termine saturándome también. Así que -aunque pienso ir a votar, evidentemente- voy a centrarme en los menús navideños, que este año, debido a que mi madre no se encuentra demasiado bien tras su recaída (¡qué ganas de que termine el 2015!), soy yo el encargado de prepararlo todo. Empieza el espectáculo. Hoy. Allá vamos, mi madre y yo, a la compra. Hacer las compras en las tiendas del barrio, recuperar ciertas esencias que parecían perdidas. Organizar cosas, incluidas algunas sorpresas.  Como entonces: cuando yo ya tenía vacaciones y ella parecía, a los ojos de aquel niño (como narro en uno de mis relatos), una actriz de cine. Lo mejor de todas las comidas -de todas las fiestas, en realidad- siempre son los preparativos, la algarabía previa. Es una de las pocas cosas que, pasen lo años que pasen, permanecen intactas. Afortunadamente

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