miércoles, 14 de octubre de 2015

He llegado hasta aquí

He llegado hasta aquí. Cuarenta y cuatro años. Hoy los cumplo, a las cinco y diez de la tarde. No ha sido fácil (¿para quién lo es?). He sobrellevado las dificultades apoyado en los hombros de mis padres, en la fuerza y generosidad de mi hermana, en el amor de mi marido. Y en las risas que compartí con algunas amigas, con algunos amigos. Porque sí, es cierto: también he reído. Sigo haciéndolo. Muy a menudo. He disfrutado mucho: de cada instante, por insignificante que pueda parecer. Ahí está la clave, creo, para seguir en el camino: cumpliendo años, riéndome. Disfrutar de los grandes acontecimientos y de las cosas, en teoría, más pequeñas. Como escribir o leer a estas horas, pensar en la comida que voy a preparar dentro de un rato para mi familia, anotar siempre en un cuaderno las ideas que pasan por mi cabeza, no dejar de ilusionarme con los nuevos proyectos que vayan llegando... No dejar de ilusionarme nunca, pese a las decepciones y a quienes las hicieron posibles. He llegado hasta aquí. Cuarenta y cuatro años. A las cinco de la tarde y diez de la tarde, qué vértigo, ya los tendré. Y, en cierto modo, creo que, por el momento, estoy a salvo de ciertos laberintos.  

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