jueves, 31 de diciembre de 2009

Nochevieja

La Nochevieja es el olor a cordero dorándose en el horno de la cocina de carbón de mis abuelos paternos. La Nochevieja es la tierra mojada y es el frío que corta la cara al abrir la puerta de aquella casa de pueblo a la que un día espero volver y es ese mismo frío, muchos años después, pensando que sí, que esa podía ser otra gran noche. La Nochevieja es la celebración de la amistad en la casa del único amigo que, por entonces, tenía independencia económica y casa propia. La Nochevieja son aquellas risas y aquellas músicas. La Nochevieja es la ilusión de comprarte unos zapatos carísimos y una camiseta nueva para estrenar con el año que empieza luminosamente cosido en la parte delantera con tela muy brillante. La Nochevieja es una fiesta continua en La Santa, pensando que esta ciudad, por esa noche, es Nueva York y que los colores del arco iris son los colores de todos. La Nochevieja es aquella noche, arropado bajo el edredón y no queriendo ver a nadie. La Nochevieja es un libro, un whisky y una película de alguna de mis chicas favoritas. La Nochevieja es Shirley MacLaine corriendo por las calles en busca de Jack Lemmon. La Nochevieja es siempre el comienzo de algo. La Nochevieja es un día importante, sin duda. La Nochevieja, hoy, es una cena en casa de mis padres, con María y con Iñigo. Feliz Año Nuevo para todos.

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